Podría hacer un mapa del día de hoy pero lo cierto es que es un día muerto. Haré un mapa de un viernes por la noche, donde la vida nocturna se percibe a través del olfato.

No hace falta salir de esta casa: desde que salgo al patio percibo el olor de la laguna y se extiende por la calle y el callejón que están al salir de casa. Si avanzo derecho por la calle, un vecino se encuentra afuera de su casa con una carpa instalada donde prepara alitas y papas fritas, también vende cerveza pero el olor imperante es el de la comida frita, por mucho tiempo me resistí a comprarle comida y sólo me limitaba a comprarle cerveza pues prepara una salsa chamoy (su receta secreta) excepcional. Tiempo después me animé a probar la comida frita que hace y no está nada mal, aunque sigo prefiriendo las micheladas.

Si sigo avanzando una cuadra y media más, antes de llegar a la esquina comienza a emanar el olor del trompo de los tacos al pastor que venden ahí, el olor de las salsas y la carne friéndose o asándose llama a los transeúntes a probar esos tacos, antes me gustaban mucho y acudía con bastante frecuencia a ese lugar hasta que finalmente terminaron hartándome. El lugar suele estar concurrido, a veces ves a grupos de amigos que van ahí a bajarse la borrachera (porque seguramente vienen de una borrachera en el embarcadero cercano), a veces hay grupos de personas bastante arregladas comiéndose unos tacos antes de ir a casa... o probablemente huyeron momentáneamente de la celebración (¿acaso no les gustó la comida de la fiesta?).

Si avanzo una cuadra y media más hacia la derecha, regresa el olor a alitas fritas pero es menos perceptible ese olor porque ahí la calle es una avenida y los olores se dispersan por doquier pero entre esos olores poco imperantes, está el de los plátanos fritos y quesadillas (caray, todo lo que esto describiendo es pura comida frita). Sigo caminando y hay otro puesto de tacos al pastor, el cual es un puesto más pequeño y un poco menos concurrido que el primero que describo pero esos son los tacos que más me gustan y cuya salsa no pica taaanto, además de que embarran la tortilla con frijoles refritos, los cuales de dan un toque único y sabroso a esos tacos.

Si llego a la esquina y doy vuelta a la derecha, puedo ver algunos puestos donde venden dorilocos o alguna otra botana que no despide olores pero si camino dos cuadras más comienza el festín de olores: antes de llegar a una esquina hay un puesto enorme de quesadillas, ese puesto suele tener demasiadas personas, en la esquina está un puesto de hamburguesas al carbón, más adelante hay otro puesto de hamburguesas enormes y con variedad de ingredientes, todos esos olores son perceptibles pese a estar también en una avenida grande. 

Si hubiera decidido hacer el mapa del día de hoy (miércoles), habría poco material. Hoy la mayoría de las personas descansa y las calles están vacías y ausentes de olores a comida y los olores restantes son de cosas que no quiero describir.