Adolfo Bioy Casares
Mar de soledad
En la Ciudad de México hay una avenida llamada Eje Central. Hay un cruce en esa avenida para ir al Palacio de Bellas Artes. Todos los días miles de personas cruzan esa avenida en un vals no planeado donde uno se desplaza de un lado a otro en la multitud evitando hacer contacto físico con los demás transeúntes. Yo he cruzado numerosas veces esa avenida y cada vez que lo hago, sola o acompañada, me siento perdida en un mar de gente, siento una inmensa soledad, un vacío total que dura unos cuantos segundos mientras danzo de una orilla a otra al ritmo de un vals silencioso.
martes, junio 28, 2016
|
|
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
Acerca de la que escribe...
- León de Papel
- Cuando ustedes se acuestan cansados/as apagan la luz y se vuelven de cara a la pared. Yo siempre he tenido encendida la luz de mi alcoba. Sólo conozco el color del muro en las madrugadas.
**Nota
En esta nota declaro que las entradas marcadas con dos asteriscos (**) no son de mi autoría y/o son recopilaciones de distintas fuentes.
Gracias.
Gracias.
Lo más leído:
-
30/09/11 Este texto lo encontré en el libro Espejos de Eduardo Galeano. La herencia negada Una noche en Madrid, pregunté al taxista: ...
-
Me gusta mucho lo que el uruguayo Eduardo Galeano escribe, y es ésta la manera en que lo comparto con ustedes. Extraído de su libro Espejo...
-
08/12/09 (El pavo, la flor de nochebuena, los chocolates, los cacahuates, la parafina.) F. Ibarra de Anda La navidad, fiesta la m...
-
07/03/10 La sensación de vomitar va más allá de sólo querer sacarlo. Generalmente queremos vomitar cuando algo nos hace daño . Así e...
-
"No es oro todo lo que reluce, ni toda la gente errante anda perdida; a las raíces profundas no llega la escarcha, el viejo vig...
Cien años de soledad...
"Pero la india les explicó que lo más temible de la enfermedad del insomnio no era la imposibilidad de dormir, pues el cuerpo no sentía cansancio alguno, sino su inexorable evolución hacia una manifestación más crítica: el olvido. Quería decir que cuando el enfermo se acostumbraba a su estado de vigilia, empezaban a borrarse de su memoria los recuerdos de la infancia, luego el nombre y la noción de las cosas, y por último la identidad de las personas y aún la conciencia del propio ser, hasta hundirse en una especie de idiotes sin pasado."
0 comments:
Publicar un comentario