Si tal vez debiera continuar no estaría escribiendo, pero sólo es parte del proceso. Sólo busco por aquí y por allá esperando poder hallar algo que no sé si pueda encontrar, sólo miro y callo. Tal vez no hubiera visto lo que ví, no hubiera sentido lo que sentí, sólo permanezco y espero, pero sé que es vano esperar si no llegará nada que no haré, simplemente me mantengo en donde estoy, sentada y cansada de escuchar y percibir lo mismo, sin mirar más allá de lo que un cristal pueda ofrecer, sin sentir más allá de lo que unas palabras puedan decir. No soy lo que espero, no puedo ser lo que quiero, no por mí, no por nadie, sólo me aflijo y busco en lo que tengo alrededor, pero no funciona, porque ni ello sirve para quienes lo tienen, no dejo de pensar en que no soy más que un espectro de la luz, que me miran y pueden oír mi voz, que pienso en cosas que no comparto, porque no hablo como quisiera, hacerlo me sorprendería tanto como el día en que ví un amanecer que no regresará. Sólo pienso en tres cosas que me rodean en este momento:

a ninguno lo puedo ver realmente, el tiempo lo siento correr, al espacio no le veo fin, es inmenso como el mar en la noche al igual que la soledad que no dejaré de sentir, el viento sólo sopla.

No puedo ser ni hacer más allá de lo que soy, que no puedo simplemente seguir y que por un momento no estoy, pero ahí sigo, con la mirada perdida en el vacío, con el pensamiento clavado en recuerdos que quisera olvidar, con la voz truncada en la garganta... y ahí seguirá, recordando con rencor lo malo que no puedo olvidar, que en los sueños y en las acciones a veces se encuentran, pero no puedo cambiar, sólo soy un pequeño juguete, no sé de quién, no lo sabré, soy un pequeño instrumento para algunos que me olvidarán, así como sólo fui recuerdo de un día, tan fugaz seré, sin tener algo a cambio, sólo esperaré a que regrese algo de lo que fui, si así podré recuperar el tiempo perdido... perdido en todo, en la mirada.

Sólo quedo como peón en el tablero, sólo relleno un espacio que debería estar vacío, porque no debería estar ahí, sólo absorbo el tiempo y lo consumo. Hasta cierto punto debí quedarme en donde estaba, quejándome en los adentros como lo he hecho, simplificando las palabras hasta hacerlas una sola frase, olvidar por qué he hecho las cosas. Me encuentro entre algo que fue o debió ser. Que muy en el fondo alguien esperó que fueras más de lo que eres, pero soy solamente una persona que ocupa un lugar más dentro de la vida de otro, tan simple como la basura, porque así sucede, sirvió un rato, decides si la tiras o no, una vez hecho no sientes remordimiento y su destino te importa poco. Así paso por varias vidas, unas me olvidan, otras me recuerdan poco, porque tal vez esperaron que fuese más allá de lo que soy. Yo también me he decepcionado, no de mí, sino de esas personas, que creyeron que haría algo más de lo que me permito hacer. Que tal vez buscan un pañuelo deshechable donde llorar, yo he dudado, lo sigo haciendo, no sé que tan real o que tan falso pueda ser todo cuanto han dicho, que no me incluyan donde debieran, que no me mencionen cuando pudieron, que se olvidan de mí como se olvidan de los malos ratos. Quizá debería olvidarme de mí misma, indagar y convertirme en lo que quisieran que fuera, tal vez así se creen una imagen falsa de lo que soy, como siempre sucede, un falsa imagen puedo ser, una falsa vida puedo tener, tal vez me deshaga por un momento de lo que pienso y siento y así puedo dejar de pensar y de sentir... a veces no sé si solo debo decirlo pero ¿cómo hacerlo? siempre vas a estar encerrado en tu propio mundo, tan perfecto y bonito que no te agradaría escuchar las palabras de mi boca y sólo callo... y sólo miro. Mundo perfecto y bonito... eso tratas de construir y sólo puedo ser parte del proyecto, sólo rompo el papel y me suelto a llorar, porque no será así, si eso sucede sólo estaré sentada, callando y mirando. Necesito olvidar un poco, necesito respirar un poco, necesito dejar de pensar en que no puedo ir más allá de donde mis pies me permiten, que ya me cansé de andar, de escuchar y hacer razonar a quien creyó haber perdido la razón, de ser almohadilla de un sólo uso, que me comparen con alguien que no seré, que creen que con un poco de maquillaje puedo verme mejor, que esperen a que cambie algo en mí, que siempre esperen algo de mí, me cansa porque no haré algo al respecto.

Pero sólo sé que no soy lo que tal vez pude ser, sólo estoy entre una vida y lo que fue, que no soy ni estaré en donde tal vez pude estar, porque lo he olvidado, tal vez un mundo distinto al que hay, al que tengo, sin titubear un momento. Pero después de todo aquí me encuentro, sin un pedacito de sal, sin una sola sensación de haber hecho algo satisfactoriamente, sentada una vez más, callada y mirando un vacío que va más allá de mis espectativas, que unos se enorgullecen de otros que hacen cosas mejores que ellos, porque yo no hago algo mejor ni peor, que ello implica el que yo no seré más que un rostro que pasa como sombra por sus vidas, sin dejar algo, sin quitar nada, que se esfuma como el humo en el viento, que pasará tan rápido o lento como el tiempo, que no ocuparé espacio o estoy de más. Y eso que me rodea en eso me convierto yo.